En las primeras horas del miércoles, la región de Chiapas, en el sur de México, fue sacudida por un sismo de magnitud 5.8 que dejó su huella en forma de daños materiales. El temblor tuvo lugar a las 3:33 horas y tuvo su epicentro en Tonalá, a una profundidad de 104 km bajo la superficie terrestre.
La población local experimentó en carne propia el fuerte movimiento telúrico, lo que resultó en el despertar sobresaltado de muchos y en una atmósfera generalizada de preocupación en la región.
La respuesta no se hizo esperar por parte de las autoridades de Protección Civil de Chiapas, que activaron inmediatamente un protocolo de monitoreo para evaluar los daños posibles y brindar asistencia a los afectados.
Los informes preliminares indican que la terminal de transporte de Arriaga fue una de las áreas más afectadas, donde se registraron roturas de cristales en puertas y ventanas.
Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado heridos graves ni se han detectado daños estructurales de gran magnitud.