Hoy, 22 de noviembre, se conmemora el Día Internacional del Músico en honor a Santa Cecilia, patrona de los músicos, designada así por el Papa Gregorio XIII en 1584. La música, con más de 30,000 años de historia, ha sido un compañero constante de la humanidad. Desde la prehistoria, cuando el hombre intentaba imitar los sonidos naturales, hasta la actualidad, la música ha evolucionado y se ha adaptado a diversas culturas y civilizaciones.
En el mundo antiguo, la música tenía un papel relevante: en Egipto estaba reservada para los sacerdotes, en Grecia formaba parte de la mitología y en Roma era fundamental en los teatros. Durante la Edad Media, la música estaba vinculada principalmente a la Iglesia y a eventos de la aristocracia. El Renacimiento trajo consigo la polifonía, y a lo largo del tiempo, surgieron épocas musicales distintivas como el Barroco, Clasicismo, Romanticismo e Impresionismo.
La Unesco estableció el 22 de noviembre como el Día Mundial de la Música en homenaje a Santa Cecilia. La santa, reconocida por su relación con la música, se le suele representar con un instrumento musical como una lira o un arpa. En Europa, este día se celebra desde el siglo XVI, y en Latinoamérica, la tradición se arraigó en el siglo XX, destacando la riqueza musical de México con géneros como el mariachi, sones, huapangos y pirekuas.